
La huelga de brazos caídos no trascendió en este lugar, como si ocurrió en otras provincias del país, donde se realizaron bloqueos de carreteras y marchas de protesta.
Sólo un grupo de aproximadamente cincuenta agricultores se apersonaron hasta el local central de La Junta de Usuarios en San Vicente, sosteniendo una reunión informal - que entre otras cosas - sirvió para analizar la poca participación en la huelga de los campesinos cañetanos.
Pese a todo, los delegados insistieron en salir a las calles durante el segundo día de huelga, para posteriormente en piquetes recorrer los campos de cultivos y evitar que los productos agrícolas sean cosechados.