Dos impactos de bala,
uno en la cabeza y otro a la altura del corazón acabaron con la vida de Jair
Carlos Salas Llerena de apenas 23 años de edad.
Según las primeras
investigaciones, el móvil del asesinato habría sido un ajuste de cuentas.
El cuerpo sin vida
del infortunado jovencito, fue abandonado por los malhechores en un descampado
de la carretera que une los distritos de Imperial y Quilmaná
No se descarta la hipótesis, que la muerte de Salas Llerena sería resultado del enfrentamiento entre bandas
de sicarios que buscan tener el control de la delincuencia en la provincia de
Cañete.
La policía ya empezó con
las investigaciones para descifrar este asesinato, considerando que hace solo
unos días asesinaron a un empresario, dejando el cuerpo al costado de su
moderna camioneta.